Copacabana

El comienzo del rediseño de la nueva época de Copacabana planteó algunas dudas inicales: en un principio no se pretendía modificar el logo original de la sala, sino reaprovechar ciertos soportes gráficos de manera práctica y al mismo tiempo, reorientar la sala hacia la restauración y la gastronomía.

Partiendo de un ajuste sencillo como puede ser aprovechar una simple letra, se termino por modificar prácticamente la imagen completa usando la mayor parte de elementos visuales con los que ya se contaba desde un inicio, y todo ello enfatizando aún más el espíritu canalla y nocturno que ya de por si tenía el local.

El proceso

Inspirados en el ambiente berlinés nocturno, la noche más gamberra y en una estética electrohouse más alternativa, el logo original se dividió en las clásicas versiones horizontal y vertical, siendo la primera la opción más radical y reconocible, con una sencilla pero muy impactante C como imagotipo y una carga gráfica mucho más marcada en el claim, obviando hasta el nombre del local (aunque presente en su versión horizontal de forma completa, la cual se acepta pero sólo en casos específicos).

Con la llegada de nuevos tipos de actuaciones y una presencia de los audiovisuales tan marcada, se decidió usar texturas animales y una estética pretendidamente recargada y excesiva como recurso gráfico, realzando aún más el sentido de espectáculo, línea que se sigue en todos los soportes de promoción y branding derivados.